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domingo, 24 de marzo de 2013

Resumen del texto EL LENGUAJE RADIOFÓNICO de Armand Balsebre


El cine, la radio o la televisión tienen reglas, tiene códigos de expresión, y sus discursos estructuran unos lenguajes. Eperfeccionamiento de la técnica no es suficiente para hacer de él un verdadero lenguaje si no hubiera realizado poco a poco un inventario de la naturaleza misma de los sonidos que transmite (voz, ruidos y música), de su propio valor y del valor de su mezcla, de la funcionalidad de sus relaciones y de la eficacia de su utilización.
Existe lenguaje cuando hay un conjunto sistemático de signos que permite un cierto tipo de comunicación. La función comunicativa del lenguaje implica el código o repertorio de posibilidades para producir unos enun­ciados significantes y el mensaje o variaciones particulares sobre la base del código.
Pero la comunicación sólo es posible cuando el reper­torio de elementos del que toma forma y organización la secuencia de signos que constituye el mensaje es conocido tanto por el emisor como por el receptor. A través de la reiteración del hábito rutinario de consumir películas o programas, las audien­cias aprenden a leer el mensaje y deco­difican el mensaje pero ignoran las claves de su producción: aprender a ha­blar los lenguajes modernos supone un proceso mucho más com­plejo, especialmente por la incorporación al repertorio de elementos de la noción tecnología. Esto implica que un mensaje es alguien interpretando un mensaje. Cuanto más comunes y consensuadas estén las estrategias de producción de significado, de codificación y desciframiento, más efi­caces serán los mensajes en la comunicación emisor-receptor.
En el principio, cuando este medio fue creado para la difusión de información a un público lejano y heterogéneo. El mensaje sonoro de la radio era únicamente transmisor del len­guaje verbal de la comunicación pública o interpersonal. Con el desarrolla tecnológico de la reproducción sonora se vio el contexto imaginativo que determinaba una manera nueva de escuchar creando paisajes sonoros por lo que nacieron nuevos códigos y nuevos repertorios.
Asignamos la naturaleza estructural del mensaje sonoro de la radio a 4 sistemas expresivos muy concretos: la palabra, la música, el ruido o efecto sonoro y el silencio. Las formas sonoras también son conjuntos significativos, organizados en estructuras, cuya totalidad es percibida como algo superior a la suma de las partes. La función expresiva de la radio nace de la codifi­cación de un lenguaje nuevo, resultante pero distinto de la suma del lenguaje musical y los efectos sonoros. La palabra es funda­mental pues la radio es, también, un medio de comunicación entre personas, pero no es el único elemento expresivo.
Para definir el lenguaje radiofónico es necesario tener en cuenta que la tecnología influye en la codificación del mensaje y que el oyente es quien asigna significado al mensaje sonoro de la radio, quien interpreta e imagina. Por lo tanto,Lenguaje radiofónico es el conjunto de formas sonoras y no­ sonoras representadas por los sistemas expresivos de la palabra, la música, los efectos sonoros y el silencio, cuya significación viene determinada por el conjunto de los recursos técnico-expresivos de la reproducción sonora y el conjunto de factores que caracterizan el proceso de percepción sonora e imaginativo-visual de los radio­yentes.
Esto determina la presencia del factor co­municación y de la interacción entre el emisor y el receptor. Es así como entiendo justificada la importancia de los factores de percep­ción en la significación y codificación de los mensajes radiofónicos.
Otro enfoque importante sobre el que gravita también una parte de la comprensión del fenómeno expresivo y significativo de la radio es la cualidad de estético que caracteriza la naturaleza del mensaje radiofónico.
El lenguaje radiofó­nico es el instrumento que hace posible la difusión de noticias con mayor rapidez, la comunicación entre públicos masivos y heterogé­neos, pero al mismo tiempo permite la creación artística. Es nece­sario que el profesional de la radio se acerque al proceso creativo con una actitud distinta, conjugando equilibradamente la dialéctica for­ma/contenido, información semántica/información estética; y en el proceso de aprendizaje de los códigos del lenguaje radiofónico, si es necesario, discriminando positivamente una cierta primacía de la forma sobre el contenido. El principal denominador común de los componentes del lenguaje radiofónico es, ante todo, su ilimitada riqueza expresiva y su gran poder de sugestión. Utilizando sólo la voz, o sólo la música, o la voz y la música, o la voz y el silencio, o todas las materias primas a la vez, podemos lograr que el oyente se alegre o se ponga triste, que visualice en su mente un paisaje, que recree un movimiento, que sienta miedo, que se entretenga o que se aburra... Porque, en el universo radiofónico, todo es posible.

2 comentarios:

  1. El cine, la radio o la televisión tienen reglas, tiene códigos de expresión, y sus discursos estructuran unos lenguajes. El perfeccionamiento de la técnica no es suficiente para hacer de él un verdadero lenguaje si no hubiera realizado poco a poco un inventario de la naturaleza misma de los sonidos que transmite (voz, ruidos y música), de su propio valor y del valor de su mezcla, de la funcionalidad de sus relaciones y de la eficacia de su utilización.
    Existe lenguaje cuando hay un conjunto sistemático de signos que permite un cierto tipo de comunicación. La función comunicativa del lenguaje implica el código o repertorio de posibilidades para producir unos enun­ciados significantes y el mensaje o variaciones particulares sobre la base del código.
    Pero la comunicación sólo es posible cuando el reper­torio de elementos del que toma forma y organización la secuencia de signos que constituye el mensaje es conocido tanto por el emisor como por el receptor. A través de la reiteración del hábito rutinario de consumir películas o programas, las audien­cias aprenden a leer el mensaje y deco­difican el mensaje pero ignoran las claves de su producción: aprender a ha­blar los lenguajes modernos supone un proceso mucho más com­plejo, especialmente por la incorporación al repertorio de elementos de la noción tecnología. Esto implica que un mensaje es alguien interpretando un mensaje. Cuanto más comunes y consensuadas estén las estrategias de producción de significado, de codificación y desciframiento, más efi­caces serán los mensajes en la comunicación emisor-receptor.
    En el principio, cuando este medio fue creado para la difusión de información a un público lejano y heterogéneo. El mensaje sonoro de la radio era únicamente transmisor del len­guaje verbal de la comunicación pública o interpersonal. Con el desarrolla tecnológico de la reproducción sonora se vio el contexto imaginativo que determinaba una manera nueva de escuchar creando paisajes sonoros por lo que nacieron nuevos códigos y nuevos repertorios.

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  2. Asignamos la naturaleza estructural del mensaje sonoro de la radio a 4 sistemas expresivos muy concretos: la palabra, la música, el ruido o efecto sonoro y el silencio. Las formas sonoras también son conjuntos significativos, organizados en estructuras, cuya totalidad es percibida como algo superior a la suma de las partes. La función expresiva de la radio nace de la codifi­cación de un lenguaje nuevo, resultante pero distinto de la suma del lenguaje musical y los efectos sonoros. La palabra es funda­mental pues la radio es, también, un medio de comunicación entre personas, pero no es el único elemento expresivo.
    Para definir el lenguaje radiofónico es necesario tener en cuenta que la tecnología influye en la codificación del mensaje y que el oyente es quien asigna significado al mensaje sonoro de la radio, quien interpreta e imagina. Por lo tanto,Lenguaje radiofónico es el conjunto de formas sonoras y no­ sonoras representadas por los sistemas expresivos de la palabra, la música, los efectos sonoros y el silencio, cuya significación viene determinada por el conjunto de los recursos técnico-expresivos de la reproducción sonora y el conjunto de factores que caracterizan el proceso de percepción sonora e imaginativo-visual de los radio­yentes.
    Esto determina la presencia del factor co­municación y de la interacción entre el emisor y el receptor. Es así como entiendo justificada la importancia de los factores de percep­ción en la significación y codificación de los mensajes radiofónicos.
    Otro enfoque importante sobre el que gravita también una parte de la comprensión del fenómeno expresivo y significativo de la radio es la cualidad de estético que caracteriza la naturaleza del mensaje radiofónico.
    El lenguaje radiofó­nico es el instrumento que hace posible la difusión de noticias con mayor rapidez, la comunicación entre públicos masivos y heterogé­neos, pero al mismo tiempo permite la creación artística. Es nece­sario que el profesional de la radio se acerque al proceso creativo con una actitud distinta, conjugando equilibradamente la dialéctica for­ma/contenido, información semántica/información estética; y en el proceso de aprendizaje de los códigos del lenguaje radiofónico, si es necesario, discriminando positivamente una cierta primacía de la forma sobre el contenido. El principal denominador común de los componentes del lenguaje radiofónico es, ante todo, su ilimitada riqueza expresiva y su gran poder de sugestión. Utilizando sólo la voz, o sólo la música, o la voz y la música, o la voz y el silencio, o todas las materias primas a la vez, podemos lograr que el oyente se alegre o se ponga triste, que visualice en su mente un paisaje, que recree un movimiento, que sienta miedo, que se entretenga o que se aburra... Porque, en el universo radiofónico, todo es posible.

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